Me apasiona ese prodigioso mecanismo por el que nos comunicamos; cómo una idea que uno ve tan claramente en su cabeza llega a los demás, y cómo este viaje, aparentemente tan sencillo, se va llenando de obstáculos hasta convertirse en algo emocionante, sorprendente y, en ocasiones, arriesgado.
A medida que he ido avanzando por este camino he ido descartando muchas certezas y abrazando muchas incertidumbres, la más importante, la de cuestionar casi todo menos la bondad; y otra muy cercana a la anterior: el respeto absoluto por la incoherencia, que es nuestro gran tesoro, nuestro mayor rasgo de humanidad.
Puedes averiguar algo más de mí en mi perfil de linkedin.
Gracias por depositar aquí un poco de tu atención,
Fdo.: Alain Uceda